Musa
marzo 12, 2009
Pasando entre las montañas,
sacudiendo la cristalina tela
que presumen en su túnica,
barriendo la brisa del
viento viajando intrépidamente y
explorando el corte de los árboles,
a la intemperie dejando los
susodichos polvos mágicos;
Con su rostro, vislumbrando
las sombras de las hojas,
observando al plácido escritor
explorar en su tinta de sangre
el entorno que lo circunda;
En la ficción, en la
imaginación, ¡Oh, Musa!,
que no en el ecenario,
te apareces
Humberto Ankli López Amida
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junio 22, 2009 at 11:22 pm
quiero ser una musa, en serio lo he pensado durante mucho tiempo, he conocido poetas, pero sólo soy la musa de periodos y no la eterna, no se cómo hacer la transición.
Pero el ser etérea, y del bosque con polvitos mágicos si se hace :D !
gracias humberto por tu punto de vista….
marzo 1, 2010 at 7:55 pm
Me gusto mucho sobre todo por el tono que va envolviendote, soy amante de las musas asi que razón de peso para que me agrade este texto es muy bueno.